El Sumo Pontífice se sumó como intermediario en el conflicto; desde el Kremlin, recriminaron a Ucrania.
La guerra en Ucrania ha atravesado semanas marcadas por vaivenes, cambios de actitud, bombardeos por ambas partes y un final que aún parece incierto. En momentos como este, surgen diversos intermediarios con la intención de calmar el conflicto. El último en intentar un acercamiento hacia la paz fue el Papa León XIV.
El Sumo Pontífice mantuvo una conversación telefónica con Vladimir Putin, en la que le solicitó “un gesto a favor de la paz”. El mandatario ruso reiteró su determinación de encontrar una solución pacífica al conflicto, una promesa que ya ha sido expresada en varias ocasiones al propio Francisco.
León XIV subrayó la importancia “del diálogo como vía para facilitar contactos positivos entre las partes y buscar soluciones al conflicto”. No obstante, Putin aprovechó la instancia para señalar la postura del presidente ucraniano Volodímir Zelensky, acusando a Ucrania de “ataques selectivos contra civiles, claramente catalogados como actos de terrorismo bajo el derecho internacional”.
Por otro lado, Donald Trump también mantuvo una comunicación directa con Moscú, aunque destacó en sus redes sociales que: “Fue una buena conversación, pero no una que conduzca a una paz inmediata. El presidente Putin afirmó, con mucha firmeza, que tendrá que responder al reciente ataque a los aeródromos”.
Esta declaración surge en paralelo al rechazo de Rusia a participar en una cumbre con Ucrania y Estados Unidos.
Mientras tanto, Zelensky se ha mostrado dispuesto al diálogo, pero también expresó un firme respaldo a los soldados ucranianos y a la defensa frente a los bombardeos: “Pasará a los libros de historia”, afirmó con convicción.
